Dicen que las tiendas de finales de siglo serán sin colas, sin pago en cajas y sin productos; la revolución digital va tan rápida en el sector del retail que llegará un momento en que compremos la ropa en una tienda en la que entraremos, nos probaremos las prendas, elegiremos las que nos gusten, las pagaremos y recibiremos en nuestro domicilio dentro de unas bonitas cajas personalizadas; todo sin tocarlas y olerlas. Será un dispositivo electrónico quien lo haga casi todo.
Hasta entonces aún queda mucho por andar, pues, según recientes estadísticas, el 21 % de los clientes que compran en internet ha ido previamente a la tienda física a probar el producto para asegurarse de su calidad; después lo ha comprado tranquilamente desde casa. Lo que quiere decir que las tiendas aún no van a desaparecer, ni mucho menos. En todo caso, serán compatibles con las digitales y jugarán ambas a una sola baza.
Las cajas personalizadas estarán en el futuro
En este entorno, la fabricación de las cajas personalizadas de cartón sigue estando en alza, porque, gracias al auge de las compras online, la industria crece más cada año. Por ello, cuando se quiere destacar sobre los demás hay que hacer algo diferente. En el sector de las cajas de cartón, llamar la atención con una caja de embalaje no parece fácil, pero existen tantas opciones y posibilidades que el hecho de personalizarlas se convierte en ventaja a nuestro favor, una ventaja personal.
Cada vez hay más formatos, muchos de ellos originales y totalmente conformados a la forma del producto. Lo mismo nos encontramos en el mercado con una caja que mide el producto y se adapta a este que cajas con estampaciones increíbles convirtiéndolas en objeto de culto. Así lo hemos visto en la última feria de Graphispag, la pasada semana en Barcelona; todo un acontecimiento en el mundo de la impresión.
Eso sí: para triunfar a la hora de elegir las cajas de nuestros productos, hay que tener en cuenta siempre unos criterios básicos, y mantenerlos cada día en nuestro trabajo. Siguiendo los 10 consejos del artículo, seguro que acertamos, pues elegir un embalaje adecuado es el primer paso a dar antes de preparar el paquete.
En definitiva, las cajas de cartón tienen futuro, porque, al contrario que otros materiales que resultan dañinos para nuestro medio ambiente, el cartón protege los productos es sostenible; y porque son, por ahora el formato de packaging mejor preparado para todo tipo de producto.
El diseño a favor de la personalización
Y si fuera poco, el diseño se ha encargado de convertirlo no solo en un embalaje, sino también, a veces, en un objeto de culto. Solo hay que mirar algunos modelos: son tan originales y bonitos que vale la pena guardarlos como objeto decorativo (hay quienes las coleccionan por diferentes motivos: son piezas únicas, cumplen otras funciones, tienen una historia, nos enseñan geometría, etc. Hasta dicen que es un noble arte).
Personalizar para agradar: ese es el objetivo. En nuestro catálogo, que podéis ver en la web, hallaréis tantos modelos de cajas como necesidades y gustos hay. Una vez escogido el modelo (personalizado si se desea), el paso siguiente es aplicarle una impresión concreta; sea un color, un logotipo o un dibujo. El toque final es el precinto, siempre necesario; los paquetes con precintado específico marcarán bastante la diferencia ante los de las demás empresas.
Porque, no lo olvidemos, el diseño del packaging debe estar presente en nuestra estrategia empresarial encaminada al éxito. Es toda una apuesta por el futuro; personalizar el envoltorio de nuestros paquetes debe ser tan importante que sea inevitable que las personas se sientan identificadas con la marca, experiencia que en muchos casos desembocará en fidelización del cliente.
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