Siempre es imprescindible encontrar el tipo de embalajes adecuado

Siempre es imprescindible encontrar el tipo de embalajes adecuadoEn términos generales, el embalaje se entiende como el material destinado a proteger la mercancía durante el transporte y la distribución, pero no sólo el exterior sino también el interior del que vaya forrado.  Éstos materiales pueden ser de papel, cartón, madera, plástico… pueden ser impermeables, o no, y se pueden encontrar en todo tipo de tamaños, desde bidones, botellas, pallets, cajas, contenedores…Las mercancías pueden verse afectadas por golpes, calentamientos o enfriamientos, por humedades, humos y olores, aplastamientos o hasta insectos, roedores o incendios.  Cuando queremos enviar nuestros productos, nos vemos en la necesidad de dejarlos en manos de un tercero para su distribución y, para qué engañarnos, la mayoría de veces casi preferiríamos enviarlo personalmente nosotros.

Y no es que dudemos de si va a llegar o no a su destino, es simplemente que nos preocupa imaginarnos las condiciones en las que va a llegar, y es que en el tránsito de los paquetes, estos se lanzan, se apilan, o se amontonan unos encima de otros, algunas veces,  sin demasiado miramiento.

Por lo tanto, cuando se quiere enviar un producto, ya sea a nivel nacional o internacional, es completamente necesario buscar el tipo de embalajes adecuados para lo que queremos enviar, ya que de ello dependerá su integridad hasta llegar a su destino final.

Las cajas como tipo de embalajes

Sin lugar a duda, las cajas son el sistema de embalaje más utilizado en la actualidad y, por ende, podemos encontrar un sinfín de variedades entre los que escoger. Entre todas sus variedades, las más usadas son las de cartón, madera y plástico.

Con las cajas de cartón podemos enviar todo tipo de mercancías, por lo que es imprescindible saber escoger cuál es la que necesitamos en cada caso específico. Podemos encontrar, por ejemplo, las cajas de embalaje en cartón de una, dos o tres ondas, plegables o del tipo americano, alargadas, cuadradas, largas, planas… o bien las destinadas a mercancías más ligeras, que son automontables, automáticas, con altura regulable, en medidas DIN… Además, es importante recordar que las cajas de cartón son reciclables por lo que siempre son una muy buena opción.

Las cajas de cartón

Las cajas de madera, por ejemplo, serían otra opción si el material que queremos enviar es más pesado o delicado al transporte.  Además, éste tipo de embalaje tiene otro punto a su favor, y es que da una mejor imagen a la persona que lo recibe. Por lo tanto, nuestro producto adquiere más valor. También pueden llevar nuestro logo o marca impresa y pueden reciclarse. Y por supuesto, si la caja es bonita, puede acabar decorando algún lugar de nuestra oficina o casa.

Las cajas de madera

Y por último, las cajas de plástico. Éste tipo de embalaje es reutilizable y podemos encontrar diversos modelos entre los que escoger; con apertura frontal o lateral, con asas abiertas o cerradas, plegables, apilables, encajables, con tapa o sin ella… Se suelen usar como medio de almacenaje o transporte y para una multitud de mercancías, ya sean delicadas o no.

Las cajas de plástico

Así que, independientemente de lo que enviemos, es muy importante tener muy en cuenta el tipo de embalaje en que lo vamos a enviar, esta decisión influirá decisivamente en multitud de factores como  costes, mermas, imagen de marca, etc.

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