Un buen recuerdo gastronómico envuelto en caja regalo

Un buen recuerdo gastronómico envuelto en caja regaloAhora que se acercan las vacaciones de verano, todo el mundo está planeando qué hacer durante esos merecidos días de descanso. Con la familia, con los amigos, en pareja o en soledad, por España o al extranjero. A la playa, la montaña o a visitar ciudades. Son muchas las opciones, y vayamos donde vayamos, la idea es pasarlo en grande y tener un bonito recuerdo para la posteridad.

Pero, independientemente del destino que hayamos escogido, siempre acabamos buscando algo que traer. A todos nos gusta llevarnos a casa recuerdos típicos de nuestros viajes, aunque sepamos que son completamente prescindibles y casi con seguridad acabarán olvidados en el fondo de algún cajón.  Pero parece que al traerlo, nos llevamos con nosotros algo tangible que ayudará a mantener ese vínculo invisible con el lugar y que nos permitirá recordarlo en nuestro hogar y con nuestra gente.

Históricamente, los souvenirs más comprados son los imanes de nevera y las postales, pero en los últimos años, con el auge de la cultura gastronómica, el turista ya no sólo compra como recuerdo figuras artesanales o camisetas, sino que busca algún manjar, cava o vino que poder llevar y saborear de nuevo en la tranquilidad de su hogar. De Francia, por ejemplo, volveríamos con varios quesos típicos, con sus fuertes olores y sus delicadas texturas, además de con un obligado llavero con una mini Torre Eiffel. De Roma, casi con seguridad compraríamos un mini Coliseo o una Fontana Di Trevi en miniatura, además de alguna variedad de pasta típica que en nuestro país difícilmente podríamos encontrar. Del País Vasco, regresaríamos con sus famosos y deliciosos pimientos de Gernika o sus dulces de Tolosa y alguna camiseta, de Catalunya una buena botella de Cava o vino del Penedès junto con algo del Barça… y así, según nuestro destino.

¿Se estropeará por el camino? No, siempre que esté en una caja regalo apropiada

Como el turista, cada vez más, está inclinándose por los recuerdos gastronómicos, los comercios de las diferentes zonas ya se están preparando para ello. Así que, éstos, para asegurar a su cliente que sus compras llegarán en buen estado a su destino o seguirán siendo un bonito detalle que dar a los conocidos, ya se han preparado para envolver con mimo los productos. Y para ello, se han decantado por una gran variedad de caja regalo, ya que éstas les ofrecen una agradable apariencia y además una buena protección, tanto si nuestro viaje lo hacemos en coche, avión, tren o barco.

Las botellas de vino vienen dentro de cajas de cartón, algunas con ventanas para ver su contenido, otras de diferentes colores o formas que hacen que la caja en sí ya sea un bonito recuerdo. Para las variedades de quesos o galletas, suelen ser cajas cuadradas, forradas además por el interior para una mayor protección. Las diversas especias las guardan en cajas de regalo con diversos compartimentos, así como las mermeladas artesanales… E incluso, en comercios más gourmets, utilizan cajas de regalo de madera, donde mezclan diferentes productos de la zona y son el regalo ideal.

Y así,  además de ofrecer protección y presencia, los vendedores aprovechan estos envoltorios para publicitarse entre los felices visitantes que volverán satisfechos y agradecidos a sus hogares.

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