Una exigente selección de materias primas, un proceso de elaboración natural y una cuidada presentación en caja para botellas de cerveza, parecen estar detrás del éxito del sector.
Así es. Aunque el rey exportador de la cerveza artesanal siga siendo EE.UU., en España parece haber despegado la fabricación de esta clase; tanto que entre 2008 y 2013 nuestro país es donde más han aumentado las microempresas productores de cerveza, nada menos que un 867 por ciento.
Ante el crecimiento y la evolución del sector de la cerveza artesanal se plantea obligadamente la necesidad de marcar la diferencia con respecto a la competencia, uno de los factores más importantes que pueden ayudarnos a conseguirlo es la presentación y el packaging del producto, dado que en general todos mantienen unos altos niveles de calidad es obligado "vestirlo" a la altura con un buen diseño de la etiqueta y en un embalaje original.
En este sentido EE.UU. también está en la cima del marketing de producto. Es habitual encontrar cervezas locales artesanas con un elevado cuidado en el diseño de sus etiquetas. Y no sólo en las etiquetas: el tipo de botella, la chapa, el embalaje externo, todo el conjunto está milimétricamente estudiado para ofrecer al consumidor la información y atracción necesaria para consumirla.
Una clave importante del éxito es tener claro a quién va dirigida. El packaging debe hablar alto y claro. Seducir en un instante a todo aquél consumidor potencial. Dos buenos ejemplos son la Half Dome California Wheat de la empresa Tioga-Sequoia Brewing Company, y la Golden Trout Pilsner de Mammoth Brewing Company.
¿Qué visitante del Parque Nacional de Yosemite podrá resistirse a degustar la cerveza de la cima más conocida del parque? O ¿qué pescador podría resistirse a beberse una Trucha Dorada (Golden Trout) en uno de los parajes más salvajes y con más afición a este deporte?
Cerveza marca España
En países de tradición como Dinamarca hay 27 pequeños fabricantes de cerveza por cada millón habitantes y en Reino Unido, 23; en España tan solo 4,7 pequeñas cervecerías por cada millón de habitantes, pero el potencial es enorme. Veamos porqué:
En todo el país (destacando Cataluña por la cantidad de empresas) se ha notado el aumento, habiendo pasado de 21 pequeñas empresas al inicio de la crisis a 203 en 2013; esto es realmente paradójico con lo que ha ocurrido con las empresas medianas, que se han reducido. Y es que parece que hay una tendencia clara en el consumo y algunos empresarios han encontrado ahí su hueco.
De hecho, en Las Rozas está la empresa La Virgen, fundada en 2011 por un matrimonio que vivía en San Francisco; acaba de construir una nueva fábrica debido a la gran demanda de los últimos años. La Virgen parece pequeña; sin embargo, abastece a más de 600 clientes. Pretenden expandirse por toda España y fuera de ella, apoyada en sus seis tipos de cerveza: “negra”, “veraniega” y “de castañas” para la Navidad (estacionales) y “Madrid Lager”, “Jamonera”” y Madrid 360” (de fermentación anual).
En Castellón la fábrica familiar Badúm (cuyo nombre hace honor a la torre medieval alzada en un acantilado) con tan solo 4 años de existencia no ha parado de crecer.
Otro ejemplo de éxito es la joven fábrica La Cibeles (desde 2010) en Leganés (Madrid), que cerró 2015 con un tercio más que el año anterior: 300.000 litros. Aunque en su web se hace llamar microfábrica, hay ambición, pues sus socios quieren llegar a 2 millones anuales, aprovechando su reciente internacionalización.
La Pelandrusca en Palencia tampoco se quiere quedar atrás, y tiene previsto aumentar su producción, especialmente con dos nuevas variedades: “Petri” y “Miss”
En La Sagra de Numancia (Toledo) es ya conocida La Sagra, también con tan solo 6 años escasos de existencia; tiene una capacidad de producción de 750.000 litros anuales y pretende aumentar su producción un 30 %, especialmente porque exporta a países como Estados Unidos, Brasil, China, Hong Kong, Italia, Tailandia, Francia, etc, y porque lanzará nuevos productos para fortalecerse en la hostelería.
Más veterana es Lupulus, en Zaragoza, que lleva más de una decena de años de fabricación y comercialización de cervezas españolas y extranjeras; además, organiza cursos de elaboración, de cata, viajes temáticos, etc. Todo para dar a conocer este sabroso producto, con cada vez más seguidores.
Una elaboración de lujo
Las cervezas artesanas están hechas con materias de alta calidad (en algunos casos, ecológicos) y un proceso de elaboración muy cuidado; no se filtran ni pasteurizan, conservando el sabor y aroma originales y muchas más propiedades nutritivas. Evolucionan en botella y consiguen un punto más complejo y redondo; no se les añade azúcar, con lo que el alcohol proviene de una fermentación lenta y progresiva, que evita dolor de cabeza y resaca.
Para gustos muy variados
La web Coldcoolbeer tiene elaborado un mapa de las mejores cervezas artesanales de España; por comunidades y materia prima; también una infografía de cómo se elabora la cerveza artesana. Interesante y muy apetecible, porque lo curioso (además de saber todo el proceso), es que la cerveza hace un excelente maridaje con cualquier tipo de alimentos.
Un placer para el paladar y los bebedores que está teniendo muchos adeptos, también porque los bares las están incorporando en sus barras, incluso en formato de lata.
Hasta se celebran varios festivales de cerveza artesana en España, como el de Sevilla, entre octubre y noviembre y el de Birragoza (en Aragón), en agosto; no los perdamos de vista.
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