Las etiquetas adhesivas, utilizadas tradicionalmente en almacenaje, papelería, paquetería, marcación de productos de hogar, etc. tienen un uso muy sencillo y práctico. Quizás sea por esto mismo que están tomando nuevos usos: las empresas están descubriendo la ventaja de usarlas en sus envases alimentarios, sustituyendo a las de papel.
Si ya era frecuente en carnes envasadas y comidas precocinadas, con etiquetas resistentes a las bajas temperaturas, el etiquetado “wash off”, se está pasando a las botellas de vidrio. Además de su mayor atractivo visual, permite más sostenibilidad: reducen el impacto ambiental al ser el vidrio más fácil de reciclar, pues se separan fácilmente con baños de agua caliente, no contaminan el lavado y dejan la botella preparada para el proceso de reciclado; por ello están fabricadas en papel resistente a la humedad, los hongos y las grasas.
Son adecuadas para todo tipo de botellas de vidrio (vino, cerveza, licores, etc.), pero también para botellas de plástico (agua, zumos, refrescos). Las hay a todo color y transparentes para destacar el envase o el contenido.
Etiquetas todo terreno
El etiquetado es, en realidad, un proceso complejo, ya que, por un lado, debe seguir la normativa vigente y, por otro, adaptarse a la superficie del envase, el material y el diseño de la etiqueta. También requiere que sea compatible con la tecnología utilizada, la aplicación prevista y, finalmente, el proceso de reciclado.
Las etiquetas de los envases han pasado de ser una simple fuente de información a comunicar la imagen de la marca; por ello, las tecnologías de su producción están cambiando con rapidez, buscando nuevos materiales, formas de impresión y maquinarias para crear etiquetas de alta tecnología, con la calidad y la presentación adecuadas al producto.
El reflejo de un trabajo
La acción que mejor da a conocer el resultado de la investigación y elaboración de un producto es la presentación, el primer impacto que recibe el consumidor. El envoltorio dice mucho del contenido y debe estar muy bien perfilado, pues determina que el producto sea un éxito o un fracaso: el consumidor toma la decisión cuando está ante el producto, en ese momento lo único que ve es la etiqueta y el envase con que es presentado.
Es cierto que para gustos, los colores (y si no, mirar en este enlace una selección de etiquetas de vino en clave femenina), pero también hacer un diseño atractivo de las etiquetas es importante, ya que tienen un fuerte componente comercial; más aún si se trata de un producto caro, de gourmet o de coleccionismo (saber que hay publicada una lista de las 15 bebidas más caras del mundo, que sorprenderá a más de uno. Por cierto, ¿sabíais que el jerez Tío pepe se encuentra entre las 10 marcas de vino más admiradas del mundo? ).
Las etiquetas del vino Español
Hay que decir que el mercado español es tradicional, especialmente los vinos Rioja; se ha hecho mucho fondo blanco con letra dorada, que es copia del diseño francés (dicen que los más divertidos son los australianos, ya que todavía no tienen una ley de etiquetado).
En los últimos años se está innovando más, sobre todo las nuevas denominaciones, que quieren darse a conocer y suelen arriesgarse más en el diseño, así como los bodegueros jóvenes y los vinos Montsant o Albariño, que se venden mucho fuera del país.
La diversidad de efectos y acabados sobre una gran variedad de materiales, como papeles texturizados, láminas y películas transparentes, además de que el laminado autoadhesivo permita troquelar la forma de etiquetas muy elaboradas en la máquina, hace que se haya convertido en un mercado muy dinámico y muy interesante para las empresas del sector.
¡Si te ha gustado este artículo no olvides compartirlo en tus redes sociales!
