Los sobres no sólo sirven para enviar cartas y documentos. Así lo entendieron los responsables de la Campaña de Promoción Turística de Córdoba, que con el objeto de promocionar la flor de azahar y su aroma, distribuyeron 20.000 sobres con flores de azahar, tratadas para que el olor permaneciera como referente de la ciudad. Y es que la creatividad es fundamental para cualquier proyecto, más aún para promover las bondades de la tierra.
Cartas de amor a 1 euro
Es cuestión de gustos, pero la verdad es que en el mercadillo de Turín hay un puesto que está siendo muy solicitado: el que vende cartas antiguas de amor. Muchos la compran por curiosidad, otros para redescubrir emociones perdidas. En ellas podrán leer frases tan bonitas como la de una tal Rina a su amado Plinio durante la Segunda Guerra mundial: “Mi Pil queridísimo: Te he esperado hoy con ansia, te esperaré mañana y siempre. Cuando vengas, seré muy feliz, tanto que deseo que ese momento sea lo más pronto posible”.
La responsable del puesto, que está especializado en el coleccionismo (cartas, álbumes de cromos, libros antiguos y billetes), decidió hacerse con miles de cartas, procedentes de viejas librerías y archivos familiares. Desde entonces, sus “cartas de amor a 1 euro” son todo un éxito.
Coleccionismo por amor
La vida de Gloria Carril (82 años) ha sido más que interesante. Lo demuestra su inmensa colección de sellos, cartas, fotografías, monedas, postales, recortes de periódico, etc. Un total de enormes 79 álbumes con recuerdos de diferentes países. Conserva también en varios sobres billetes de países tan distintos como Grecia, Turquía, Arabia Saudí o Alemania, dos álbumes de sellos y cartas y cinco álbumes de postales.
Esta señora gallega, conocida como Gloriña de Cadeiro, viajó mucho, pero también pidió a sus amigos y familiares que le enviaran postales: «Escribinme con moita xente de Indochina, Portugal, Miami… para intercambiar impresións sobre os lugares e culturas», cuenta.
Coleccionista por afición, lleva toda su vida recopilando objetos, pero fue a partir del fallecimiento de su marido en 1995 cuando se puso a clasificarlo todo para superar el vacío. De tan auténtico valor, que más de una solicitud de venta ha tenido, pero ella se niega, porque le tiene mucho cariño. También eso se llama amor al arte.
Exposiciones históricas
Sin embargo, es Correos (quién mejor) el que se lleva la palma en esto de valorar sus sobres. De hecho, la oficina principal de Victoria ha organizado una interesante exposición que resume 300 años de historia del servicio postal. En ella se refleja la evolución del servicio de Correos, desde los carteros a pie hasta la app mipost@l, con la que se pueden enviar fotos como postales.
Quienes vivan o pasen por Madrid no pueden perderse otra exposición paralela, la de la oficina de Correos del Palacio de Cibeles, en la que descubrirán aspectos tan interesantes como las cartas jeroglíficas, el porqué del símbolo del león o la incorporación de la mujer en las oficinas de Correos.
Un merecido homenaje a la historia postal de nuestro país, en el que el reparto de los envíos se inició en Madrid en 1756 con solo 12 carteros. Posteriormente, con la inauguración del ferrocarril en 1850, el correo encontró un nuevo auge, al poder distribuir más lejos y en menos tiempo cartas y paquetes. Salía un carruaje de la Puerta del Sol, que se montaba en la estación hasta Aranjuez, donde se enganchaban de nuevo los caballos y seguía hasta Albacete, Alicante y Valencia.
Para acabar, una curiosidad: no hubo buzones individuales y domiciliarios hasta los años 60, y el único modo de recoger las esperadas cartas era yendo a la plaza del pueblo, la estación del tren o la oficina postal, si existía.
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