De toda la vida: El papel Kraft

De toda la vida: El papel KraftCuando nuestros abuelos iban a hacer la compra nunca volvían con las tan temidas bolsas de plástico que hoy en día utilizamos para todo. Si ellos iban al supermercado, a la mercería, a la farmacia, a la frutería o incluso a la carnicería, siempre volvían con las cosas envueltas en papel Kraft. Incluso cuando iban directamente al hortelano a comprar los tomates, éste se los empaquetaba en bolsas de papel Kraft que, por su composición, aguantaban una gran cantidad de peso.

En la actualidad, y debido a la inmensa contaminación que suponen los componentes de las bolsas de plástico, ha salido una nueva ley en la que, si las queremos, hay que comprarlas. Uno, dos o tres céntimos por bolsa que al consumidor molesta terriblemente tener que pagar, pero se ha tomado esta medida con el fin de reciclar las que hay en casa, que su consumo disminuya, y por lo tanto, la contaminación también.

Vivimos en una sociedad muy contaminante. Los avances que hemos tenido desde el pasado siglo nos han facilitado en gran medida nuestro estilo de vida pero, desgraciadamente, antaño no se valoraba el impacto medioambiental y se han creado e inventado cosas que perjudican y contaminan en gran medida y, por suerte, empezamos a darnos cuenta de la importancia de no contaminar, o por lo menos, intentar controlarlo.

Recuperando viejos hábitos con el papel Kraft (de estraza…)

El papel Kraft es el papel de estraza de toda la vida. El término Kraft viene acuñado del alemán, que significa "resistente",  y es  grueso y de color marrón por defecto, aunque también puede encontrarse en otros colores después de tratarlo.

Este papel está hecho de pulpa de madera. La fibra de madera de las coníferas se mezcla con sosa caustica para producir la pulpa con la que se fabrica, por lo que tiene una gran resistencia al desgarro y la tracción, de ahí que tradicionalmente se haya usado siempre en la fabricación de productos para el comercio y como bolsas para la comercialización. Gracias  a su gran resistencia, también puede emplearse para empaquetar material destinado a esterilizar por medio del calor húmedo y para, por ejemplo, calentar las palomitas de maíz en el microondas. O bien como envoltura para sacos para la construcción, paquetes o para la fabricación de embalajes.

Recuperando viejos hábitos con el papel Kraft (de estraza...)

Además, agilizando la creatividad, el papel Kraft también se utiliza mucho para diferentes manualidades como el Scrapbooking o el Packaging, para envolver regalos y darles un toque más distinguido o rústico, o bien hacer etiquetas o tarjetas de visita más originales.

Cuando decidimos comprar este producto, que hoy en día podemos adquirirlo por internet con tan sólo un click y a precios muy económicos, podemos escoger color y gramaje, según la resistencia que queramos y el uso que vayamos a darle. Evidentemente, podemos aprovechar para imprimir nuestro logo y publicitarnos y así, con la deferencia que da este tipo de papel, conseguir que nuestra imagen adquiera más valor de cara al consumidor.

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