Embalaje perfecto en dos pasos: resultado 10

Embalaje perfecto en dos pasos: resultado 10Cuando vendemos nuestros productos, como empresa, nos preocupa que todo salga a la perfección. Desde el momento en el que fabricamos la mercancía (con mimo, detalle e intentando que la calidad de nuestra marca se vea reflejada) hasta que ésta llega a su destino final, (sin daños o demoras) nos preocupamos de no perder ni un ápice de calidad, puesto que así nuestros beneficios y prestigio seguirán en aumento.

Uno de los procesos más importantes que hay tener en cuenta es el embalaje, para asegurar que la integridad de las mercancías sigan intactas durante su transporte y nuestro cliente se sienta satisfecho al recibir su compra. Cuando preparamos nuestros productos para transportar, debemos ser conscientes de todo lo que puede pasar durante el trayecto. Pueden recibir golpes, sufrir calentamientos o enfriamientos, humedades, absorber humos y olores, aplastamientos o hasta ser objetivo de insectos, roedores o sufrir incendios.  Por todo ello, debemos asegurarnos de llevar a cabo un buen proceso de embalaje, así que es fundamental tener presente varios puntos que, a continuación, vamos a explicar.

Pasos para un buen embalaje

En primer lugar, debemos saber el tamaño y el peso de nuestro producto. Si es un objeto grande y pesado, deberemos escoger unas cajas de cartón (madera o plástico) específicas que soporten más peso y sean más resistentes. De un tamaño apropiado para que lo cubran por entero y de un material reforzado, como podría ser el cartón ondulado. Además, debemos tener en cuenta las circunstancias que deberá soportar durante el trayecto, por lo que la calidad de las cajas de cartón que compremos será determinante. A mayor calidad, mejor resistencia.

El segundo paso es saber la fragilidad de la mercancía. El embalaje interno protegerá con más cuidado el producto frente a posibles sobrecargas, golpes o accidentes. Es muy importante proteger, fijar y acolchar el interior e intentar evitar que la mercancía esté en contacto con el embalaje exterior. Si nuestro producto es muy frágil, deberemos reforzar aún más su seguridad. Algunos de los embalajes para interior que se pueden utilizar son el papel de burbujas, para proteger el producto, o el papel kraft, para evitar que de vueltas en el interior y acabe golpeándose.

Pasos para un buen embalaje

Una vez estos dos pasos están bien ejecutados y tenemos nuestro producto bien fijado, acolchado y protegido, debemos asegurarnos de que escogemos un buen cierre que termine por darle a nuestra caja de cartón la seguridad que queremos. El cierre más utilizado suele ser la cinta adhesiva de embalar. Como hemos comentado en varias ocasiones, existe una amplia gamas de cintas para embalar, dependiendo de las necesidades que tengamos. La resistencia a la rotura, el peso, el material que hayamos escogido para nuestra caja o incluso las condiciones meteorológicas que deberá soportar durante el transporte, nos ayudará a decidir qué tipo de cinta adhesiva escoger; adhesivo removible, homlet o permanente.

Por último, es muy importante llevar a cabo una buena fijación al palet que va a acompañar a nuestro paquete. Una buena forma de acabar un embalaje perfecto es realizar esta sujeción con película extensible, que ayudará a fijar al palet para que no se caiga, protegerá aún más contra la suciedad, la humedad  y hasta los posibles robos.

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