Cuando empaquetamos nuestros productos o mercancías, siempre debemos buscar el material, el tamaño, el tipo de cierre, la calidad y el sistema de embalaje que más se ajuste a nuestras necesidades. Según lo que debamos embalar escogeremos una calidad u otra, dependiendo también del peso y la distancia que deba recorrer nuestro paquete.
Cartón, madera, plástico… Además, debe aportarnos seguridad y resistencia y conocer qué tipos y modelos hay en el mercado facilita mucho la tarea a la hora de decidirnos. No hay que quedarse con la primera opción o la más económica, hay que valorar y escoger teniendo en cuenta todos los factores que influirán en nuestro envío.
El sistema más utilizado hoy en día es la caja de cartón. El cartón es un material fabricado con varias capas de papel superpuestas. Puesto que tiene muchas capas, es más resistente, grueso y duro. Además es reciclable y su precio es muy accesible, por lo que no encarecerá demasiado el envío para el cliente final. A menos costes, más beneficios para la empresa. Esto, sin duda, es otro factor importante a tener en cuenta para tomar la mejor decisión a la hora de comprar nuestras cajas de cartón.
Este material, el cartón, es el más económico, el más ecológico y el que nos permite escoger entre una mayor variedad de posibilidades, no sólo en cuanto al tamaño, que podemos encontrarlo desde dimensiones pequeñas como para un bolígrafo, hasta para muebles o electrodomésticos. También podemos escoger los tipos de cierre y el tipo de cartón que queramos según el peso que deba soportar nuestro paquete.
¿Qué tipos de caja de cartón hay?
Los diferentes tipos de cartón para embalaje que suelen utilizarse son tres. En primer lugar, el cartón ondulado. Éste está formado por dos capas de papel liso y, entre medio, una capa de papel ondulado. Con esta capa intermedia lo que se consigue es una mayor resistencia. Se utilizan diferentes tipos de papel ondulado para crear una gran variedad de calidades. Cuando las ondas son muy pequeñas al cartón se le llama de micro canal y así se van clasificando numéricamente según el grosor de la ondulación. Éste es sin duda el sistema de embalaje más utilizado. Por su calidad, resistencia y por su bajo precio.
El segundo tipo de cartón es el piedra o compacto. Este tipo es muy resistente y muy duro, seguramente el que más de los tres. La composición de este tipo se realiza por comprensión de las fibras de celulosa naturales o recicladas procesadas en caliente y a altas presiones. Este modelo es el menos utilizado en España puesto que resulta mucho más caro de fabricar y por lo tanto el precio al consumidor se dispara muchísimo.
Y por último existe el cartoncillo o folding, que es un cartón muy fino, del tipo cartulina. Es delgado y compacto y suele usarse para alimentación o cosmética. La resistencia variará según los gramajes con los que se elaboren, pero nunca soportará mucho peso.
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