Muchas veces no somos conscientes de que, con el paso de los años, lo que para nosotros es algo cotidiano en realidad es aquello que ya nuestros abuelos hacían servir. Cuando ellos iban a hacer la compra, por ejemplo, nunca volvían con las tan temidas bolsas de plástico que hoy en día utilizamos para todo y que son tan dañinas para nuestro medio ambiente. Si ellos iban al supermercado, a la mercería, a la farmacia, a la frutería o incluso a la carnicería, siempre volvían con las cosas envueltas en papel Kraft, ese papel que revolucionó el mundo cuando salió al mercado y que, a día de hoy, sigue siendo fundamental para la sociedad.
Como todos sabemos, las bolsas de plástico son tremendamente contaminantes, el plástico es un material que tarda entre 100 y 1000 años en degradarse y una simple bolsa de plástico se calcula que alrededor de 150 años. Debido a esto, en los últimos años se han llevado a cabo diversos sistemas de prevención y reciclaje, ha salido una nueva ley en la que, si las queremos adquirir, hay que comprarlas y se ha fomentado el uso del reciclaje para así, no tener que fabricar más, sino utilizar el plástico que ya se tiene.
Vivimos en una sociedad muy contaminante. Los avances que hemos tenido desde el pasado siglo nos han facilitado en gran medida nuestro estilo de vida, pero, desgraciadamente, antaño no se valoraba el impacto medioambiental y se han creado e inventado cosas que perjudican y contaminan en gran medida y, por suerte, empezamos a darnos cuenta de la importancia de no contaminar, o por lo menos, intentar controlarlo.
La concienciación, sin lugar a dudas, es el principal factor a fomentar entre la sociedad y si, además, el usuario entiende que es preferible utilizar cualquier otro tipo de material mucho menos contaminante, es posible que los hijos de los hijos de nuestros nietos puedan seguir viviendo en el mundo que conocemos.
Recuperando buenos hábitos…
El papel Kraft es el papel de estraza de toda la vida. El término Kraft viene acuñado del alemán, que significa 'resistente’, y es grueso y de color marrón por defecto, aunque también puede encontrarse en otros colores después de su tratamiento. Como siempre, todo depende de lo que nosotros, como clientes, necesitemos y queramos adquirir.
Este papel está hecho de pulpa de madera. La fibra de madera de las coníferas se mezcla con sosa cáustica por lo que tiene una gran resistencia al desgarro y la tracción.
Gracias a su gran resistencia, también puede emplearse para empaquetar material destinado a esterilizar por medio del calor húmedo y para, por ejemplo, calentar las palomitas de maíz en el microondas. O bien como envoltura para sacos para la construcción, paquetes o para la fabricación de embalajes. Aunque su principal uso siempre ha sido para empaquetar productos de comercialización casera.
Cuando decidimos comprar este producto, que hoy en día podemos adquirirlo por internet a precios muy económicos, podemos escoger color y gramaje, según la resistencia que queramos y el uso que vayamos a darle. Evidentemente, podemos aprovechar para imprimir nuestro logo y publicitarnos, y así, con la deferencia que da este tipo de papel, conseguir que nuestra imagen adquiera más valor de cara al consumidor.
Pero, como hemos dicho, el papel Kraft tiene muchos usos y hay quien también lo utiliza con frecuencia para poder llevar a cabo todo tipo de manualidades o artesanías únicas.
