Ya hemos hablado, en posts anteriores, sobre los palets y la gran importancia que adquieren al ser el principal medio para el transporte, a nivel mundial, dentro del sector de la logística. Siendo esto así, es evidente que la cantidad de palets que se utiliza es muy elevada, millones de unidades diariamente, es completamente impensable para la logística no contar con los palets por la practicidad, comodidad y ahorro en costes que significa, por lo que, teniendo en cuenta todo esto, la idea de reciclarlos adquiere una gran importancia.
Un palet tiene un tiempo medio de vida por lo que, una vez deje de ser útil para el fin para el que se ha creado, hay una infinidad de posibilidades para su reciclaje que se pueden tener en cuenta.
¿Qué es un palet?
Un palet es una especie de tarima de madera o plástico que se utiliza para facilitar el movimiento de cargas pesadas y facilita su transporte. El palet permite que se agrupen una mayor cantidad de mercancías, consiguiendo que lo que antes eran, por ejemplo, 4 paquetes, ahora se agrupen en uno sólo. Además, su transporte es mucho más fácil y mucho menos pesado y costoso. Su gran funcionalidad y resistencia los hace completamente indispensables. Históricamente, los palets nacieron durante la segunda guerra mundial, creados por el gobierno estadounidense con la idea de poder mover una mayor cantidad de bultos (armas, alimentos…) en un menor tiempo y así, poder ganar ventaja frente a sus enemigos.
¿De qué está hecho?
Como ya hemos dicho, los palets pueden estar hechos de diferentes materiales. El más común, conocido y utilizado, suelen ser los palets de madera, que representa alrededor del 90% del Mercado. Otro tipo bastante utilizado, aunque lógicamente en menor medida, son los palets de plástico. Este tipo de palet suele escogerse sobre los demás por su resistencia y lo higiénico que resulta.
El palet de cartón, aunque mucho menos conocido y utilizado, suele ser una buena opción al tratarse de un producto desechable, ya que sólo tienen un uso de vida y suelen utilizarse para el mercado agrícola. Están fabricados en cartón ondulado, encolados entre todas sus partes sin emplear ni grapas ni clavos.
También existen los palets de fibra de madera, que tampoco lleva ni grapas ni clavos ni tornillos y los palets de metal, que, aunque ofrecen la mayor resistencia del mercado, son mucho menos utilizados que el resto.
Tiempos de vida de un palet
Realmente, el tiempo de vida de un palet depende, completamente, de lo que la empresa propietaria decida.
Cuando hablamos de un palet a fondo perdido, nos referimos a que el palet en cuestión es adquirido por la empresa, enviado al cliente y olvidado, es decir, el cliente es quien decide qué hacer con este palet, si reutilizarlo, arreglarlo o llevarlo a reciclar.
En el caso de que el palet haya sido reparado, estaríamos hablando de un palet de segunda mano o recuperado y volvería a estar en circulación hasta que fuera preciso volver a arreglarlo o bien, enviarlo a reciclaje. Existen ya empresas que se dedican a recoger los palets inutilizados para arreglarlos y darles un tiempo de vida más largo y, en el caso de que la reparación no fuera posible, se encargan de reciclarlos para acabar dándoles la mayor utilidad posible.
Fases de reciclaje de los palets.
Cuando un palet termina con su tiempo de vida, pasa por las siguientes fases de reciclaje: en primer lugar, la recogida, en la que se recuperan todas aquellas unidades que quedan fuera de uso y de la cadena de valor. La siguiente fase es la clasificación. Cuando los palets llegan a la planta de recuperación, se procede a su separación por calidad, tipología y desperfectos detectados. Entonces se pasa a la fase de reparación. aquí se examina la tipología del palet y se sustituyen aquellos elementos que presentan desperfectos. Posteriormente se pasa al desmontaje. Los palets que tienen demasiados desperfectos y que no resulta viable arreglarlos, son desmontados por piezas, obteniéndose tacos y tablas que son reutilizadas para la reparación de otros palets. El siguiente paso es el almacenaje. Los palets reparados o clasificados desde un inicio son almacenados en función de la tipología y las medidas y, por último, está la fase de expedición, que es la etapa final del reciclado de los palets y consiste en la venta y reentrada en el circuito productivo.