Es impresionante la de cosas que se pueden descubrir de un material tan básico, sencillo y cotidiano como es el cartón. Parece mentira que, ese material al que apenas le hacemos caso cuando lo tenemos en nuestras manos dé tanto de sí y, además, sirva para tantísimas cosas que ni nos las podemos imaginar.
Parece mentira que, adentrarse en conocer un poco más de cómo se hace, qué tipos de cartón hay y para qué lo podemos llegar a usar, resulte fascinante y hasta divertido. Es por ello que, en el post de hoy, vamos a adentrarnos un poquito más en este material que, sin lugar a dudas, todos tenemos al alcance de nuestras manos.
Tipos de cartón
Son muchos los tipos de cartón que podemos encontrar en el mercado hoy en día, pero vamos a explicar un poco cuáles son los más comunes. En primer lugar, hay que hablar del cartón sólido o también conocido como tabla de cartón. Es delgado y tiene una parte revestida completamente lisa, por lo que es plano, y su principal característica es que es resistente al agua. El cartón couché es, sin lugar a dudas, el más utilizado en todo lo referente a las manualidades. Su superficie está cubierta por una o varias capas de papel más fino y coloreado. Otro tipo muy común es el cartón gráfico. Es muy fino y se usa para la cobertura de un cartón más denso. El cartón gris, es uno de los más conocidos y también suele llamarse cartón piedra, evidentemente por su dureza y resistencia. Está fabricado con papel reciclado compacto y pegamento.
Pero, sin lugar a dudas, el cartón más utilizado y conocido por todo el mundo es el cartón corrugado. Es el rey de los materiales de embalaje, lo usamos para transportar, adornar e incluso para almacenar nuestras cosas. Este tipo de cartón puede encontrarse en diferentes tamaños y grosores. Se puede hacer a una cara, siendo el más frágil de todos los tipos, el denominado “sencillo”, que suele ser el más común para empaquetar y está hecho con dos láminas onduladas, el doble pared, mucho más resistente o, el que resiste un mayor peso de todos, el triple pared.
Características
Y, como no puede ser menos, si existen tantos tipos y se usa tanto, es que sus características son muy prácticas para el consumidor. Como ya hemos comentado, su resistencia y durabilidad es, sin lugar a dudas, lo que más atrae de este material. Aunque parezca que el cartón puede ser muy endeble, son sus propias fibras las que hacen que no lo sea, y por ello es uno de los pocos materiales que resisten todo el largo y duro proceso de fabricación. Otro factor muy importante es su capacidad de aislamiento. Sus fibras de madera no permiten que el calor circule a través de ellas, por lo que resiste de un modo excepcional a los cambios de tiempo. Aunque la mayoría de la gente no sepa, aunque usualmente haga servir el cartón, éste es capaz de aguantar muchísimo peso, por lo que cualquier material que introduzcamos dentro de una caja de cartón, difícilmente sufrirá cualquier tipo de daño. Además, otro aspecto muy importante es su adaptabilidad. El cartón es completamente manejable, se puede doblar y cortar de un modo muy rápido y seguro y darle cualquier tipo de uso que se nos pueda ocurrir.