Las carretillas de mano son unos instrumentos muy útiles en el mundo del packaging. Se trata de una herramienta relativamente simple, pero que facilita, en gran medida, el transporte de distintos tipos de carga. A continuación, te contamos más acerca de este utensilio tan popular en el ámbito de la carga y descarga. Presta atención.
¿En qué consisten las carretillas de mano y para qué sirven?
En primer lugar, hemos de señalar que una carretilla de mano no es muy distinta a otros carros que se emplean para llevar mercancías de un lugar a otro. Sin embargo, es su fisonomía, dentro de su aparente simplicidad, la que la distingue de otros aparatos similares.
A grandes rasgos, se trata de un carrito de carga tan ligero como resistente. Vale, sobre todo, para cargar mercancías que van sueltas, aunque también las puedas amarrar. Las cajas de cartón son el ejemplo que mejor se ajusta a su utilidad. Si estos elementos van bien apilados y sujetos, este práctico instrumento contribuye a desplazarlos con la máxima seguridad. Incluso cuando tengas que llevarlos mientras subes o bajas escaleras. De hecho, su pala, al ser más corta que en otras carretillas, permite avanzar cómodamente por este tipo de superficie.
Por lo que respecta a su estructura, cuenta con los dos brazos paralelos a la horquilla, para dirigirla. Por otro lado, gracias al asa de la base, la puedes elevar, con el fin de moverla de un modo más sencillo.
Las ventajas de las carretillas de mano
Ahora que ya te hemos descrito las características básicas de una carretilla de mano, es el momento de detenernos en los distintos beneficios que comporta su utilización. Y el primero que te queremos recalcar es la agilidad mediante la que vas a poder transportar decenas de kilos, en piezas sueltas. Materiales como el aluminio y el acero posibilitan que, poniendo muy poca fuerza por tu parte, puedas movilizar cargas que, en otras circunstancias, solo podrías desplazar mediante ingenios motorizados.
Las gomas de las ruedas aportan una flexibilidad que te permite maniobrar de un modo dinámico. Además, el uso de este material implica que el suelo no se raye por la presión que ejerce la carga. La versatilidad de su mecanismo conlleva que una mercancía bien amarrada no se te caiga, mientras recorres, por ejemplo, los pasillos de un almacén o incluso te apeas a pie de calle para llegar a tu destino de descarga.
Por lo tanto, la seguridad a la hora de apilar objetos distintos no va reñida con la rapidez mediante la que te puedes desplazar de un sitio a otro con tu carga a cuestas. El grosor de las dos ruedas, sin perder la capacidad de giro que dan las pequeñas elevaciones que realices con tus pies, contribuye a dar una gran estabilidad a un transporte que puedes inclinar levemente hacia tu cuerpo.
En definitiva, las carretillas de mano son soluciones versátiles para transportar cargas en entornos que requieren movimientos dinámicos por parte de los operarios. ¡Apuesta por esta ayuda para tu trabajo!
