Bolsas antihumedad: ¿Para qué sirven?

Los embalajes que permanecen mucho tiempo cerrados, al igual que sucede en los armarios y los cajones, son susceptibles de la aparición de humedades. ¿El motivo? La condensación de vapor que se produce en el interior cuando están tapados. Sobre todo, los embalajes que son de cartón, ya que es uno de los materiales a los que más afectan los cambios de temperatura o de humedad. Sin embargo, existen soluciones muy prácticas para reducir este problema si, por ejemplo, vas a hacer una mudanza o necesitas guardar en el trastero algunas de tus pertenencias. Hablamos de las bolsas antihumedad, que te detallamos en profundidad a lo largo de este post.

¿Qué son las bolsas antihumedad?

Lo primero que vamos a hacer es aclarar en qué consisten las bolsas antihumedad. Estas bolsas se reconocen fácilmente por ser de tamaño reducido y contener unas pequeñas bolas en su interior. Estas bolas suelen ser de gel de sílice, una sustancia con una alta capacidad de absorción de humedad.

Además, el gel de sílice también actúa como desodorante, ya que es capaz de absorber no solo la humedad, sino también el olor característico que se produce en espacios con una alta condensación. En algunos casos, puedes encontrar bolsas de arcilla, un material también muy absorbente, aunque es menos habitual.

Características principales de las bolsas antihumedad

A continuación, resumimos brevemente las cualidades más relevantes de las bolsas antihumedad:

  • Absorben tanto la humedad como el mal olor que desprende.
  • Son muy fáciles de hacer, ya que solo necesitas un envoltorio hecho con un material permeable. Y, si quieres perfumarlas, puedes incorporar un poco de lavanda.
  • Previenen de la corrosión, la acumulación de polvo y la oxidación.
  • Se pueden reutilizar, lo que las convierte en un elemento eco-friendly.

¿Cómo volver a utilizar las bolsas antihumedad?

Es habitual que, por desconocimiento, tiremos a la papelera las bolsas antihumedad que encontramos en el interior de los paquetes. Sin embargo, son fácilmente reutilizables. Solo tienes que introducir las bolsitas dentro de un recipiente o una bandeja que se pueda calentar, y elevar la temperatura hasta 120º C durante, aproximadamente, una hora. Pasado ese tiempo, la bolsa recupera las propiedades absorbentes.

¿Cómo fabricar tus propias bolsas?

Una de las ventajas de las bolsas antihumedad es que puedes hacerlas de forma sencilla pero muy efectiva. Para ello, necesitas una bolsa cuyo material sea permeable, como el lino o microfibras. Introduce las bolas de gel de sílice, y añade elementos perfumados, como un ramo pequeño de lavanda, flores secas o aceite aromático. Por último, cierra la bolsa con una cinta o un lazo, y ya tienes tu bolsa antihumedad casera.

No obstante, si vas a mantener una caja de cartón cerrada durante mucho tiempo o vas a guardar productos delicados, como alimentos o medicamentos, necesitas bolsas eficaces que garanticen la conservación en perfecto estado de lo que guardes. En Ratioform contamos con una amplia variedad de bolsas antihumedad con las que tus embalajes se mantendrán completamente secos por mucho tiempo. ¡Descúbrelas!

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