Los avances en nuestra sociedad han hecho que, cada vez más, nos hayamos convertido en una sociedad contaminante. Generamos muchos más deshechos de los que podemos asumir y gastamos demasiados recursos naturales, a un ritmo muy elevado, y sin darles tiempo a regenerarse con la misma fluidez. Por ello, todos los países están intentando buscar soluciones para intentar facilitar que, nuestro medio ambiente, no se consuma con tanta rapidez y, una de las soluciones que se están llevando a cabo es el reciclaje.
Cada uno de nosotros, a su manera y dentro de sus posibilidades, debe aportar su pequeño o gran granito de arena, si queremos asegurarnos de que nuestros hijos y nuestros nietos, puedan vivir en un mundo como el nuestro.
Por ello, en esta ocasión, vamos a hablar de las bolsas de papel estraza, ya que son uno de esos pequeños gestos que podemos llevar a cabo para colaborar.
¿Qué es el papel de estraza?
El papel de estraza, también conocido como papel Kraft, es un tipo de material que se ha utilizado a lo largo de los años con un sinfín de propósitos diferentes. En la actualidad, se utiliza para todo lo referente a la decoración artesana y, sobre todo, para las bolsas de papel, muchísimo menos contaminantes que las bolsas de plástico, muy útiles por su gran resistencia y, además, con unas grandes cualidades reciclables. Es reciclable, biodegradable, no contaminante y respetuoso con el medio ambiente.
Está hecho de fibras de madera de coníferas mezcladas con sosa caustica e hidróxido de sodio, lo que da como resultado una pasta manejable para darle la forma deseada. En la actualidad, se ha convertido en la opción prioritaria para cualquier comercio para evitar usar las bolsas de plástico. Podemos encontrar dos tipos diferentes; el verjurado o liso. Además, al no estar sometido a ningún proceso químico, se suele usar también para envolver alimentos, ya que no desprende ningún tipo de toxinas que dañen los alimentos.
Tipos de bolsas
Otra de las grandes ventajas de utilizar las bolsas de papel de estraza, es que son muchísimo más económicas que las de plástico y, además, podemos escoger entre diferentes tipos de bolsas de papel, según las necesidades que tengamos. Podemos escogerlas según su tamaño: pequeño, perfectas para transportar objetos pequeños o poco pesados. Medianas, las más utilizadas por ser cómodas, prácticas y resistentes, y las grandes, perfectas para objetos de mayor tamaño o peso que necesiten más resistencia.
Pero no sólo el tamaño es lo que podemos escoger, sino que según el tipo de asa que tenga, sabremos la resistencia que nos va a aportar.
Están hechas con dos tipos de asa: la plana, que como su nombre bien indica son completamente planas, pero están dobladas sobre sí mismas para conseguir así una mayor resistencia. Cada lado del asa está unido a la bolsa y reforzado para evitar que se rompa. El otro tipo es el asa rizada. Sin lugar a dudas ésta es la más demandada y utilizada en los comercios por su gran resistencia y su fácil manejo. Además, tienen un coste muy económico y resultan una opción realmente buena. El asa rizada está hecha con un cordón de papel rizado al que le han dado una forma de arco que resulta muy práctico para sujetar la bolsa. La forma de anclaje a la bolsa es la misma que con el asa plana, mediante un refuerzo que evita que se separen.