El mes de septiembre trae, para bien o para mal, la vuelta a la rutina. Parece que durante el mes de agosto el país se paraliza, las compras quedan en suspense, esperando que acabe el mes, los envíos se posponen unas cuantas semanas, los etiquetados, las producciones… Todo. Parece que todo quede en el limbo durante 31 días.
Pero el día 1 de septiembre la rueda empieza, de nuevo, a girar. Con más o menos ganas, eso depende de lo fructuosas que hayan sido las tan esperadas vacaciones, queremos recuperar el tiempo perdido y hacer todo lo que dejamos pendiente a la espera de resolver.
Ponemos en marcha las ideas que tuvimos durante nuestro tiempo de descanso y cogemos con ilusión renovada nuestro regreso. Es hora de seguir. Es hora de empezar y, sobre todo, es hora de mejorar nuestra imagen aún más y nuestra calidad.
Y muchas empresas están optando por mejorar la presencia de sus envíos con las cajas de madera, que aportan a los paquetes calidad, resistencia y, ya puestos, una cuidada imagen.
¿Porqué escoger éste tipo de cajas de madera?
La madera tiene un papel muy importante en la fabricación de todo tipo de material para embalaje, principalmente porque ofrece una relación resistencia/peso que otros materiales no pueden aportar. Cualquier embalaje fabricado en madera ofrece una muy buena resistencia al peso. Además, la madera almacena carbono durante su crecimiento como árbol, por lo que es el embalaje más ecológico que se puede encontrar, puesto que ayuda a mitigar, dentro de lo posible, el cambio climático.
Existen diferentes tipos de embalaje de madera. En primer lugar, la madera estándar. Este tipo sirve para envíos marítimos, aéreos o terrestres. Pueden transportar cualquier tipo de mercancía, puesto que además varios estudios han demostrado que la madera elimina las bacterias que dañan los alimentos, y están predispuestas para añadir patines para una mayor comodidad en la manipulación. También podemos optar por las cajas- palets, que sirven para recoger, transportar y almacenar principalmente fruta. Las jaulas de madera sirven para transportar gran tonelaje y las cajas de madera desmontable son reutilizables posteriormente, por lo que podemos hacerlas servir en repetidas ocasiones, teniendo en cuenta además de que al ser madera, son fáciles de reparar en caso de que se estropearan. Pero además de estos tipos, ya muy conocidos y utilizados, existen las cajas de madera a medida o especiales. Aquí es donde podemos aprovechar la oportunidad para adquirir más prestigio frente a nuestros clientes, puesto que escogemos el tamaño, acabado, formas y hasta el color y calidad de la caja que queramos adquirir. Desde diminutas cajas de madera para plumas, botellas, souvenirs… hasta obras de arte, por ejemplo. Pero además de lo bonito que estéticamente pueda resultar una bonita y cuidada caja de madera, no se olvida ni aparta de su funcionalidad, por lo que sigue cumpliendo con los requisitos que necesitamos de resistencia, protección, impermeabilidad o ergonomía.
Para tener un perfecto embalaje, debemos preocuparnos por todos los elementos que los componen, desde el primero hasta el último paso, y así conseguir transmitir no sólo la calidad de nuestros productos sino también una cuidada imagen de nuestra marca.
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